sábado, 27 de octubre de 2007

Por si no volvía a ser


El frío se notaba en el rostro, que era la única parte de nuestros cuerpos que no podíamos refugiar de la baja temperatura. El resto estaba entrelazado entre ella y yo.

Sin dudar me dijo un te quiero de los profundos, de los que salen por la boca pero nacen en el corazón.

Le respondí que yo también, y lo mejor de todo, es que así lo sentía.

En esa situación, en ese momento, sabía que podía ser la última vez que estuvieramos de esa manera, que igual ya no podríamos vernos más, y si ello pasaba, que no sería lo mismo, porque ese momento era especial.

Alcancé como pude, sin dejar de estar abrazado a ella, hasta el manod a distancia, para cambiar de canal, teníamos la tele encendida para tener un poco de luz. No sé ni que botón apreté, peró aumenté el volumen del televisor para poder escuchar mejor, la canción que en ese momento ponían.

Retornando a ese abrazo infinito en el que me encontraba, cerré los ojos, y la besé, por si no la volvía a ver.

viernes, 19 de octubre de 2007

viernes, 12 de octubre de 2007

Paraules

Las buenas canciones perduran en el tiempo.
Porque todos nos hemos enamorado alguna vez, puede que no a los quince, pero sí a los veinte, a los treinta, a los cuarenta, ... que más da eso!
Sabes de lo que te hablo.

Entre copas y humo



Esta noche puede que se hayan quedado muchas cosas por hacer, muchas cosas por hablar. Muchas cosas por decir...

Entre todos los lugares posibles para poder hacer confesiones de madrugada, sin duda alguna, el mejor de todos es la barra de un bar, junto con alguna rubia bien fría y buena compañía, de esas que bien valen dejar las horas de sueño para más tarde. Donde las palabras dejan de ser la única manifestación, y las risas y miradas cobran mayor valor.

Pero todo ello se puede quedar algo vacío sino acompaña el espíritu canalla de grandes maestros que conocen a la perfección la situación que describo.

Por todo ello, por si alguna vez necesitas ese momento y te encuentras a muchos kilómetros de esa barra, aqui tienes un poco de metadona para padecer mejor ese mono.


lunes, 8 de octubre de 2007

El CHE inédito

Cuando el Che preguntó a Perfecto Romero si iba a la guerra desarmado, éste le señaló su cámara de fotos. Desde ese momento caminó junto a él y fue testigo de los episodios más importantes de su vida, como su encuentro con Aleida March, que se convertiría en su segunda mujer...
NACE EL MITO. El 8 de octubre de 1967, Ernesto Che Guevara fue herido y apresado por una patrulla en Bolivia, donde se había infiltrado en noviembre de 1966 para formar una guerrilla.


Mientras Fidel marchaba hacia Santiago, el Che organizaba a la oposición a Batista en Sierra Escambray, donde en diciembre de 1958 conoció a Aleida March (detrás de él). Se casaron seis meses después.




HASTA LA VICTORIA Esta foto está tomada en enero de 1959 en La Habana, después de que Fulgencio Batista huyera hacia el exilio, lo que ocurrió el día 1, y de que, el 8, Fidel Castro entrara victorioso en la ciudad. El Che había llegado el 4, después de tomar el 31 de diciembre Santa Clara, capital de la provincia de Las Villas, lo que precipitó la caída de la dictadura





HERIDAS DE GUERRA Durante la toma de la ciudad de Santa Clara, el Che Guevara resultó herido al caerle encima una antena que se desplomó desde una azotea. La lesión en su brazo izquierdo no le impidió seguir hasta La Habana, espoleado por la precipitada huida del dictador Batista





EN MARCHA Antes de emprender la marcha hacia Santa Clara, el Che arenga a sus tropas desde lo alto de un jeep. Así terminaban tres largos meses de entrenamiento en Escambray, sólo interrumpidos por algunas acciones de guerra de guerrillas, como la destrucción del puente Falcón, que dejó sin su principal vía de comunicación a la provincia de Las Villas.







Cuenta César Lucas que el 3 de junio de 1959, pocos días después de haber cumplido los 18 años, le encargaron uno de sus primeros trabajos periodísticos. Tenía que ir a Barajas y acompañar a Ernesto Che Guevara, jefe de la Milicia y director del Instituto de Reforma Agraria, que hacía escala en Madrid. El Che, que venía acompañado por dos compañeros, iba a El Cairo a la primera conferencia de los países no alineados, pero aterrizó en Madrid un sábado por la tarde y no despegó hacia la capital egipcia hasta el mediodía del domingo.

Esperó a que aterrizara en compañía de dos miembros de la embajada, que estaban allí para llevarlo al hotel Plaza. Allí lo dejaron, con la promesa de verse a las seis de la mañana del día siguiente. El Che mostró su interés por conocer todo lo que tenía relación con la universidad, pero también quería ver una plaza de toros y hacer compras.

Su visita estaba considerada absolutamente privada, pues en realidad no era más que un viajero en tránsito que, en vez de permanecer en el aeropuerto a la espera del avión, iba a estar en un hotel. Por eso, durante aquellas horas no hubo ni encuentros políticos ni ruedas de prensa.

Al día siguiente, a las seis en punto, iniciaron a pie el paseo hasta la Universidad Complutense. César Lucas apenas recuerda de qué hablaba. “Yo estaba concentrado sobre todo en que las fotos que tomara demostraran que el Che estaba en Madrid. Vimos la universidad y él se interesó por los campos de deportes, después recorrimos toda la Gran Vía hasta una cafetería donde desayunamos”. En aquella época, prácticamente nadie conocía al Che. Aún no se había convertido en icono para pósteres y camisetas. Se cruzaron con mucha gente y nadie le reconoció. Sólo un hombre, al verlo con el uniforme y la boina y flanqueado por otros dos soldados, señaló a su mujer: “Ése de en medio debe de ser Fidel Castro”. Aún quedaban unos años para que la leyenda lo hiciera inconfundible. Al ser domingo todo en Madrid estaba cerrado. Sin embargo, las puertas se abrían ante su nombre. Domingo Dominguín, propietario de la plaza de toros de Vista Alegre, no estaba en la capital, pero dejó dadas las instrucciones para que el comandante pudiera entrar y visitarla. Lo mismo ocurrió en Galerías Preciados, que entonces se levantaba en la plaza de Callao. El Che hizo sus compras y volvió caminando hasta el hotel. Cogió su equipaje y partió hacia El Cairo.









Ernesto Guevara, el Che


Desde donde estás, Che, bendícenos a todos los que comulgamos tus ideales y tus esperanzas. Bendice también a los que se cansaron, se aburguesaron o hicieron de la lucha una profesión en beneficio propio. Bendice a los que tienen vergüenza de confesarse de izquierda y declararse socialista.
Pasaron treinta años desde que la CIA te asesinó en las selvas de Bolivia, el 9 de octubre de 1967. Tú tenías, entonces, treinta y nueve años. Pensaban tus verdugos que, al clavar balas en tu cuerpo, después de capturarte vivo, condenarían tu memoria al olvido. Ignoraban que, al contrario de los egoístas, los altruistas jamás mueren. Sueños de libertad no se confinan en jaulas como a pájaros domesticados. La estrella de tu boina brilla más fuerte, la fuerza de tus ojos guía generaciones por las veredas de la justicia, tu semblante sereno y firme inspira confianza en los que combaten por la libertad. Tu espíritu trasciende las fronteras de la Argentina, de Cuba y de Bolivia y, llama ardiente, todavía hoy inflama el corazón de muchos revolucionarios.

Cambios radicales ocurrieron en esos treinta años. El Muro de Berlín cayó y enterró al socialismo europeo. Muchos de nosotros sólo ahora comprendemos tu osadía de apuntar en 1965, en Argel, las rajaduras en las murallas del Kremlin, que nos parecían tan sólidas. La historia es un río veloz que no ahorra obstáculos. El socialismo europeo intentó congelar las aguas del río con el burocratismo, el autoritarismo, la incapacidad de extender a lo cotidiano el avance tecnológico propiciado por la carrera espacial y, sobre todo, se revistió de una racionalidad economicista que no echaba raíces en la educación subjetiva de los sujetos históricos: los trabajadores.
Quién sabe si la historia del socialismo sería otra, hoy, si hubiesen dado oídos a tus palabras: "el Estado se equivoca a veces. Cuando una de esas equivocaciones se produce, se nota una disminución del entusiasmo colectivo por efectos de una disminución cuantitativa de cada uno de los elementos que lo forman, y el trabajo se paraliza hasta quedar reducido a magnitudes insignificantes; es el instante de rectificar".

Che, muchos de tus recelos se confirmaron a lo largo de esos años y contribuyeron al fracaso de nuestros movimientos de liberación. No te oímos lo suficiente. Desde África, en 1965, escribiste a Carlos Quijano, del periódico Marcha, de Montevideo: "Déjeme decirle, a riesgo de parecer ridículo, que el verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad".
Esta advertencia coincide con lo que el apóstol Juan, exiliado en la isla de Patmos, escribió en el Apocalipsis hace dos mil años, en nombre del Señor, a la Iglesia de Efeso: "Yo conozco tus obras y tus trabajos y sé que sufres pacientemente. No puedes tolerar a los malos, sometiste a prueba a los que se llaman a sí mismos apóstoles y los hallaste mentirosos. Tampoco te falta la constancia; has padecido por mi nombre sin desanimarte. Sin embargo, tengo en contra tuya el que has perdido tu amor del principio"(2,2-4).
Algunos de nosotros, Che, abandonaron el amor a los pobres que, hoy, se multiplican en la Patria Grande latinoamericana y en el mundo. Dejaron de guiarse por grandes sentimientos de amor para ser absorbidos por estériles disputas partidarias y, a veces, hacen de amigos, enemigos, y de los verdaderos enemigos, aliados. Minados por la vanidad y por la disputa de espacios políticos, ya no traen el corazón calentado por ideales de justicia. Quedaron sordos a los clamores del pueblo, perdieron la humildad del trabajo de base y, ahora, cambian utopías por votos.

Cuando el amor se enfría, el entusiasmo se afloja y la dedicación se retrae. La causa como pasión desaparece, como la fantasía entre una pareja que ya no se ama. Lo que era "nuestro" resuena como "mío", y las seducciones del capitalismo debilitan principios, transmutan valores y, si todavía proseguimos en la lucha, es porque la estética del poder ejerce mayor fascinación que la ética del servicio.
Tu corazón, Che, latía al ritmo de todos los pueblos oprimidos y espoliados. Peregrinaste de la Argentina a Guatemala, de Guatemala a México, de México a Cuba, de Cuba al Congo, del Congo a Bolivia. Saliste todo el tiempo de ti mismo, exaltado por el amor que, en tu vida, se traducía en liberación. Por eso podías afirmar, con autoridad, que "hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar por que ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización".

¡Cuántas veces, Che, nuestra dosis de humanidad se resecó, calcinada por dogmatismos que nos llenaron de certezas y nos dejaron vacíos de sensibilidad con los dramas de los condenados de la Tierra!¡Cuántas veces nuestro sentido de justicia se perdió en escolasticismos fríos que proferían sentencias implacables y proclamaban juicios infamantes!¡Cuántas veces nuestro sentido de la verdad se cristalizó en ejercicio de autoridad, sin que correspondiésemos a los anhelos de los que sueñan con un pedazo de pan, de tierra, de alegría!

Un día tú nos enseñaste que el ser humano es el "actor de ese extraño y apasionante drama que es la construcción del socialismo, en su doble existencia de ser único y miembro de la comunidad". Y que éste es un "producto no acabado. Las taras del pasado se trasladan al presente en la conciencia individual y hay que hacer un continuo trabajo para erradicarlas". Quizá nos ha faltado subrayar con más énfasis los valores morales, las emulaciones subjetivas, los anhelos espirituales. Con tu agudo sentido crítico, cuidaste de advertirnos que "el socialismo es joven y tiene errores. Los revolucionarios carecemos, muchas veces, de los conocimientos y la audacia intelectual necesarios para encarar la tarea del desarrollo del hombre nuevo por métodos distintos a los convencionales y los métodos convencionales sufren de la influencia de la sociedad que los creó".

A pesar de tantas derrotas y errores, tuvimos conquistas importantes a lo largo de esos treinta años. Movimientos populares irrumpieron en todo el Continente. Hoy, en muchos países, son mejor organizados las mujeres, los campesinos, los obreros, los indios y los negros. Entre los cristianos, una parte significativa optó por los pobres y engendró la Teoría de la Liberación. Extrajimos considerables lecciones de las guerrillas urbanas de los años 60; de la breve gestión popular de Salvador Allende; del gobierno democrático de Maurice Bishop, en Granada, masacrado por tropas de los Estados Unidos; de la ascensión y caída de la Revolución Sandinista; de la lucha del pueblo de El Salvador. En Brasil, el Partido de los Trabajadores promueve, en una centena de ciudades administradas por los militantes, una "revolución de baja intensidad"; en Guatemala, las presiones indígenas conquistan espacios significativos; en México, los zapatistas de Chiapas ponen al desnudo la política neoliberal.
Hay mucho que hacer, querido Che. Preservamos con cariño tus mayores herencias: el espíritu internacionalista y la Revolución Cubana. Una y otra cosa hoy se intercalan como un solo símbolo. Comandada por Fidel, la Revolución Cubana resiste al bloqueo imperialista, a la caída de la Unión Soviética, a la carencia de petróleo, a los medios que tratan de satanizarla. Resiste con toda su riqueza de amor y humor, salsa y merengue, la defensa de la patria y la valoración de la vida. Atenta a tu voz, ella desencadena el proceso de rectificación, conciente de los errores cometidos, y empeñada, a pesar de las dificultades actuales, en hacer realidad el sueño de una sociedad donde la libertad de uno sea la condición de justicia del otro.
Desde donde estás, Che, bendícenos a todos los que comulgamos tus ideales y tus esperanzas. Bendice también a los que se cansaron, se aburguesaron o hicieron de la lucha una profesión en beneficio propio. Bendice a los que tienen vergüenza de confesarse de izquierda y declararse socialistas. Bendice a los dirigentes políticos que, una vez destituidos de sus cargos, nunca más visitaron una favela o apoyaron una movilización. Bendice a las mujeres que, en la casa, descubrieron que sus compañeros eran lo contrario de lo que ostentaban fuera, y también a los hombres que luchan por vencer el machismo que los domina. Bendícenos a todos los que, delante de tanta miseria para erradicar vidas humanas, sabemos que no nos resta otra vocación sino la de convertir corazones y mentes, revolucionar sociedades y continentes. Sobre todo, bendícenos para que, todos los días, seamos motivados por grandes sentimientos de amor, de modo de recoger el fruto del hombre y de la mujer nuevos.

martes, 2 de octubre de 2007

Vida , obra, y beneficios que le dio el PP al etarra Iñaki Bilbao, que hoy ha sido expulsado de la Audiencia Nacional


Iñaki Bilbao no sólo es especialista en amenazar a jueces. Desde que ingresó en prisión por primera vez en 1983 para cumplir una condena de 18 años, las amenazas a funcionarios se convirtieron en una constante. Fue sentenciado a cuatro meses por desacato a un funcionario y, en otra ocasión, a seis meses por amenazas.

Preso violento
En julio de 1997 pegó una paliza a otro recluso que había puesto un crespón negro en una fotografía de Miguel Ángel Blanco en señal de duelo por la muerte del concejal. Bilbao estaba entonces en la prisión de Tenerife y fue condenado a once días de prisión por la agresión a su compañero.

Preparando la tregua
Sin embargo, su historial violento no impidió que en diciembre de 1997, cinco meses después del asesinato de Miguel Ángel Blanco y cuando todavía no se había declarado la tregua de ETA, fuera premiado con un traslado de Tenerife a la prisión de Almería. Estaba entonces al frente del Ministerio del Interior Jaime Mayor Oreja, quien empezaba a desbrozar el pretendido camino hacia el fin de la violencia.

"Sin vencedores ni vencidos "
Ello explica que sus manifestaciones públicas en torno a un hipotético proceso de paz no tengan nada que ver con las de ahora. Mayor Oreja, apenas 17 días después de la muerte de Miguel Ángel Blanco, comentó al director de Gernika Googoratuz, Juan Gutiérrez que “en el supuesto de que el ruido de las armas hubiera callado, su partido alentaría un proyecto de paz en el que no habría ni vencedores ni vencidos”.

La "generosidad" de Aznar
El ruido de las armas cesó el 16 de septiembre de 1998 y el entonces presidente, José María Aznar prometió “generosidad”. “Ahora lo que toca es la paz”, dijo, al tiempo que apostó por el diálogo. Un año después, en plena tregua, Iñaki Bilbao fue trasladado desde la prisión de Almería a Ocaña, mucho más cerca del País Vasco. En esta ocasión, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias también alegó buena conducta.

Bilbao salió de prisión en septiembre del año 2000 y se reincorporó a las filas de ETA. El 21 de marzo de 2002 asesinó de un tiro en la nuca al concejal socialista de Orio Juan Priede. Fue detenido y condenado a 52 años de prisión.

lunes, 1 de octubre de 2007

Esperando

"Hijos de puta..."


Circulan por los confidenciales de internet comentarios contra el cantante y compositor Victor Manuel por haber llamado "Hijo de Puta" al sonrosado portavoz de los Cómplices de violación y corrupción de menores de la Conferencia Episcopal.
No le ha llamado "Hijo de Puta" sin más...se lo ha llamado con motivos. Su madre es posible que fuese muy decente pero las incursiones políticas de este ensotanado le hacen acreedor al título de "Hijo de Puta". Yo tambien se lo llamo pero tengo la gran suerte de no ser famoso.
La semana pasada atacaban a Joel Joan como en 2004 atacaron a Javier Bardem y desde entonces no paran de atacar a la familia Bardem. Les molesta la libertad de expresión. Ellos pueden decir desde sus diarios, radios y televisiones todo lo que les sale de la neurona que comparten pero los demás tenemos que decir amen, bajarnos los pantalones y comprar la vaselina.
La verdad es que están sembrando vientos y las tempestades les pueden caer encima muy pronto. Yo cada día estoy mas harto de soportar que un fulano que debería estar en la cárcel, Ángel Acebes, siga insultando al gobierno un día si y otro tambien. Que el infame Federico Jimenes Losantos, socio del Portavoz de los abusadores de confesionario, insulte todos los días al Presidente del Gobierno y a nuestros ministros.
Han dicho cosas muy graves y aquí no pasa nada...quizás es porque los jueces en mayoría son unos fachas como el del Constitucional. Quizás, quizás, quizás... Mientras tanto me solidarizo con Joel Joan, con Victor Manuel y con todos los que insulten a los del PP y a sus secuaces. Para insultarlos me apunto.