sábado, 27 de octubre de 2007

Por si no volvía a ser


El frío se notaba en el rostro, que era la única parte de nuestros cuerpos que no podíamos refugiar de la baja temperatura. El resto estaba entrelazado entre ella y yo.

Sin dudar me dijo un te quiero de los profundos, de los que salen por la boca pero nacen en el corazón.

Le respondí que yo también, y lo mejor de todo, es que así lo sentía.

En esa situación, en ese momento, sabía que podía ser la última vez que estuvieramos de esa manera, que igual ya no podríamos vernos más, y si ello pasaba, que no sería lo mismo, porque ese momento era especial.

Alcancé como pude, sin dejar de estar abrazado a ella, hasta el manod a distancia, para cambiar de canal, teníamos la tele encendida para tener un poco de luz. No sé ni que botón apreté, peró aumenté el volumen del televisor para poder escuchar mejor, la canción que en ese momento ponían.

Retornando a ese abrazo infinito en el que me encontraba, cerré los ojos, y la besé, por si no la volvía a ver.

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